Muchas veces me pregunto cómo será cuando
mis hijos me digan que yo soy la causa de sus males.
La inversión en los primeros siete años
de la vida se refleja en el futuro.
Hay que pedir mucha sabiduría y paciencia
cuando se tienen adolescentes y jóvenes en casa.
Es bueno recordar cómo nos sentíamos a su edad,
que cuestionábamos ¡todo! Pero hay que confiar en
los valores sembrados en la niñez.
Repíteles sin cansancio que los amarás aunque
se equivoquen, que siempre serás su madre (o padre).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Anímate a comentar! Tu opinión es importante.