1
Pedro 3.3, 4.- Vuestro atavío
(…)sea (…) 4 el interno, el del corazón, en el
incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima
delante de Dios.
Hablaremos
de la invitación al cuidado del adorno que no se ve, el interno.
Como
es una referencia directa hacia nosotras, me iré palabra por palabra para
entender completamente el significado de este adorno que Dios nos pide. Trataré
de ser lo más clara posible. ¿Listas?
Interno
significa en el original escondido, privado, oculto, secreto.
Luego
redunda diciendo, “el
del corazón”. En
el NT,
la palabra corazón tiene un uso sicológico y espiritual. Cristo y Pablo usan el
término para referirse a la fuente o asiento de los sentimientos, deseos,
esperanzas, motivos, voluntad y percepciones intelectuales.
El hombre se
comporta según su corazón; Dios conoce este centro vital y no se deja engañar
por las apariencias externas.
1 Sam 16.7.- Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer,
ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo
que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero
Jehová mira el corazón.
Pero hay cosas de mayor
importancia que se originan en el corazón:
Mt. 15.18, 19.- Pero lo que sale de la boca, del corazón
sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos,
los falsos testimonios, las blasfemias.
Podríamos
resumirlo en pecados de malos pensamientos, tipo sexual, atentado contra la
integridad física, materiales y de la lengua.
Prov.
4.23.-Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida.
Es la paz de Dios lo que
guardará el corazón del hombre, principio importante de salud mental.
Jn.
14. 27.-
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os
la doy como
el
mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Para que mi corazón no se
turbe con todo el tipo de pecados que salen de él, yo debo encargarme de basar
mi percepción de la vida, mis motivaciones y decisiones delante del Señor y
confiar en las promesas que me deja en Su Palabra, tendré cuidado de mi salud
mental, que afecta indudablemente la física (Estrés, depresión, ansiedades, incertidumbre,
celos, contiendas, frustraciones de la vida, etc.)
Esto tiene que ven con mi afán
por el dinero, por el futuro, por problemas en la convivencia familiar, y en mi
trabajo, en la iglesia…
Entonces continuaremos la idea
de que Pedro nos invita a que este adorno del espíritu sea:
Incorruptible,
que no
decaiga, que no muera, que no se agote, seque, consuma o arruine. Así que
debemos cuidar mucho que este adorno, no pierda su vigor.
Llegamos ahora a dos
características de este atavío interno de una mujer: El espíritu
afable y apacible.
1.- AFABLE.- Esta palabra es
como si fuera una flor que se compone de varias actitudes (que les llamaremos
pétalos J ): Ser gentil, manso y humilde.
Empecemos con gentil: que es amable, es
alguien fácil, digno, de ser amado, afectuoso.
En general la carta de Tito
nos habla de las buenas obras. Ser amable es una de ellas. Me atrapó esta frase
“Debemos ser como un caramelo apetecible para los demás, que les guste estar
con nosotros”. ¡Qué desafío para nuestro carácter!
Tal vez con personas ajenas a
nuestra familia es más fácil ser amables. A veces dejamos de ser amables con
los que vivimos o frecuentamos porque
nos la pasamos quejándonos de las cosas que no nos gustan o por acostumbrarnos
a que ya es nuestro esposo y ya tenemos años viviendo con él e
inconscientemente dejamos de ser detallistas y de ver las cosas buenas por las
que nos enamoramos y las queremos.
El segundo pétalo de ser afable, es manso. Jesús personifica la mansedumbre.
Mt. 11.29.- Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí, que soy
manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas;
y hallaréis descanso para vuestras almas;
Esta es una cualidad que
requiere mucho amor al prójimo. Se manifiesta especialmente en la disposición a
ceder sus propios derechos por amor a los demás, o en provecho de otros.
Mansedumbre es suavidad y
benignidad en la condición o en el trato, y está libre de arrogancia o
presunción. Está muy relacionada con otras virtudes, como la humildad y la apacibilidad. De modo que
los mansos son enseñables.
1 Tim. 6.11.- Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas
cosas,
y
sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
No tenemos pretextos para ser
amables y mansos, ya que gracias a la salvación del Señor, por misericordia, y
no por obras de justicia que nosotros hayamos hecho, es que tenemos la
posibilidad de ser diferentes, de ser amables, estar dispuestos a aceptar a los
demás como son y aun más, ceder nuestros derechos a favor de otros.
Me encanta este versículo por su
sencillez y profundidad:
St. 3.13.- ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?
Muestre
por
la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
El tercer pétalo de ser afable, es humilde. Significa
primariamente aquello que es bajo, y que no se levanta mucho de la tierra. Como
por ejemplo, el pasto.
Hice un collage del concepto
de varias definiciones que encontré: Es “la virtud moral por la que el hombre
reconoce que de sí mismo solo tiene la nada y el pecado. No está en
competencia”.
“Es reconocer nuestras
debilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para el bien de los
demás, sin decirlo.”
“Actitud de la
persona que no presume de sus logros, reconoce sus fracasos y debilidades y
actúa sin orgullo”.
Rom. 12.16.-
Unánimes entre vosotros; no altivos,
sino asociándoos con los humildes.
No seáis sabios en vuestra propia opinión.
sino asociándoos con los humildes.
No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Es un llamado a baja la
guardia y aceptar consejo de los demás o simplemente respetar la opinión de las
demás personas. No pensar que soy la mejor y tengo las mejores ideas y soluciones,
que los demás no cuentan o no son tan valiosas sus opiniones como las mías. Me
encanta esta hermosa promesa:
1 Pe. 5.5, 6.-
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los
ancianos; y
todos,
sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los
soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos,
pues, bajo la poderosa
mano de Dios, para que
él os exalte cuando fuere tiempo;
él os exalte cuando fuere tiempo;
¿Cómo vamos hasta aquí? Yo “no
veo lo duro, sino lo tupido”, como decimos en México, muchas actitudes por
cambiar y pecados por confesar.
Ahora llegamos a la segunda
característica del atavío interno de la mujer: Ser…
2.-APACIBLE. En el original es
quietud,
desistir de actividad o lenguaje:- reposadamente.
Prov. 14.30 a.-
El corazón apacible es vida de la carne;
Prov. 20.22.-
No digas: Yo me vengaré; Espera a Jehová,
y él te salvará.
Sal. 46.10a.-
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Confiar en que Dios moverá las
cosas y que en otras, debo confiar en la cabeza masculina que me dio para que
tome buenas decisiones, y orar por él para que así sea.
Pero este concepto no solo tiene que ver con quietud de actividad, sino de lenguaje:
Prov. 15.4.-
La lengua apacible es árbol de vida;
Mas
la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.
Ec. 3.1, 7.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
tiempo
de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
Aquí habla específicamente de
quedarnos calladas, no de cuidar lo que hablamos. Recordemos estos
versículos:
Prov. 14.23.- En toda labor hay fruto;
Mas
las vanas palabras de los labios empobrecen.
Prov. 10.19.- En las muchas palabras no falta pecado;
Mas
el que refrena sus labios es prudente.
¿Cuántas veces me he
arrepentido de haber abierto la boca? ¡Muchas por desgracia! Mira este llamado
especial para nosotras, desistir de nuestro lenguaje, nunca pensé que apacible
encerrara también este concepto. Dominio propio por desarrollar…
La
recompensa por tener un espíritu afable y apacible, es que: es de gran
estima delante de Dios, algo
extremadamente costoso, recibiremos muchos galardones por ello. Seremos mujeres
realmente hermosas si desarrollamos este carácter afable y apacible, no con
adornos exteriores y de apariencia, sino porque son internos, del corazón, como
dice el versículo.
¡Qué diferente sería Jéssica con
estas virtudes desarrolladas, si respondiera a este llamado de Dios para mí!
Fui hecha para ser de bendición, no de tropiezo.
Rom. 12.17 b.- procurad lo bueno delante de todos los
hombres.
1 Pe. 3.9.- no
devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino
por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados
para que heredaseis bendición.
Perdóname Señor por ser
desobediente y tener actitudes que no te agradan. Por tratos inadecuados, malas caras, por soberbia,
por no esperar tus respuestas, por hablar cuando no debo. Vigoriza mi corazón
para cultivar el espíritu afable y apacible que esperas de mí y no arruine el
propósito para el cual que me creaste. Ayúdame a ser usada como un instrumento
limpio en tus manos, en mi casa y con los de afuera. Amén.
Por Jéssica Jiménez de Beltrán.
*Escrito
para elviajedeunamujer.blogspot.com
HERMOSA ENSENANZA1
ResponderBorrarMuchas gracias por pasar al blog y leer, un abrazo.
ResponderBorrarExcelente
ResponderBorrarMuchas gracias por escribir
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarGracias Jessica, no te conosco, nunca había leido algo tuyo, te dejo saber que a sido de mucho aprendizaje esta lectura. Ruego a Dios nos dé ese corazón afable y apacible, no solo para nuestros esposos sino también para nuestro diario caminar. Dios te bendiga amiga.❤
ResponderBorrarBienvenid@ al blog, me gozo en saber que aprendiste algo nuevo. Gracias por leer y escribir tu experiencia. Nos seguimos leyendo, también puedes encontrarme en facebook con el nombre del blog. Saludos.
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