lunes, 18 de febrero de 2013

Atavío Interno De Una Mujer De Dios




1 Pedro 3.3, 4.- Vuestro atavío (…)sea (…) 4  el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. 

Hablaremos de la invitación al cuidado del adorno que no se ve, el interno.
Como es una referencia directa hacia nosotras, me iré palabra por palabra para entender completamente el significado de este adorno que Dios nos pide. Trataré de ser lo más clara posible. ¿Listas?

Interno significa en el original escondido, privado, oculto, secreto.

Luego redunda diciendo, “el del corazón”. En el NT, la palabra corazón tiene un uso sicológico y espiritual. Cristo y Pablo usan el término para referirse a la fuente o asiento de los sentimientos, deseos, esperanzas, motivos, voluntad y percepciones intelectuales.
El hombre se comporta según su corazón; Dios conoce este centro vital y no se deja engañar por las apariencias externas.

1 Sam 16.7.- Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

Pero hay cosas de mayor importancia que se originan en el corazón:
Mt. 15.18, 19.- Pero lo que sale de la boca, del corazón sale;  y esto contamina al hombre.   Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
Podríamos resumirlo en pecados de malos pensamientos, tipo sexual, atentado contra la integridad física, materiales y de la lengua.
Prov. 4.23.-Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.

Es la paz de Dios lo que guardará el corazón del hombre, principio importante de salud mental.
Jn. 14. 27.- La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como
el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Para que mi corazón no se turbe con todo el tipo de pecados que salen de él, yo debo encargarme de basar mi percepción de la vida, mis motivaciones y decisiones delante del Señor y confiar en las promesas que me deja en Su Palabra, tendré cuidado de mi salud mental, que afecta indudablemente la física (Estrés, depresión, ansiedades, incertidumbre, celos, contiendas, frustraciones de la vida, etc.)
Esto tiene que ven con mi afán por el dinero, por el futuro, por problemas en la convivencia familiar, y en mi trabajo, en la iglesia…
Entonces continuaremos la idea de que Pedro nos invita a que este adorno del espíritu sea:
Incorruptible, que no decaiga, que no muera, que no se agote, seque, consuma o arruine. Así que debemos cuidar mucho que este adorno, no pierda su vigor.

Llegamos ahora a dos características de este atavío interno de una mujer: El espíritu afable y apacible.

1.- AFABLE.- Esta palabra es como si fuera una flor que se compone de varias actitudes (que les llamaremos pétalos J ): Ser gentil, manso y humilde.
Empecemos con gentil: que es amable, es alguien fácil, digno, de ser amado, afectuoso.
En general la carta de Tito nos habla de las buenas obras. Ser amable es una de ellas. Me atrapó esta frase “Debemos ser como un caramelo apetecible para los demás, que les guste estar con nosotros”. ¡Qué desafío para nuestro carácter!
Tal vez con personas ajenas a nuestra familia es más fácil ser amables. A veces dejamos de ser amables con los que vivimos o frecuentamos  porque nos la pasamos quejándonos de las cosas que no nos gustan o por acostumbrarnos a que ya es nuestro esposo y ya tenemos años viviendo con él e inconscientemente dejamos de ser detallistas y de ver las cosas buenas por las que nos enamoramos y las queremos.

El segundo pétalo de ser afable,  es manso.  Jesús personifica la mansedumbre.
Mt. 11.29.- Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; 
y hallaréis descanso para vuestras almas;

Esta es una cualidad que requiere mucho amor al prójimo. Se manifiesta especialmente en la disposición a ceder sus propios derechos por amor a los demás, o en provecho de otros.
Mansedumbre es suavidad y benignidad en la condición o en el trato, y está libre de arrogancia o presunción. Está muy relacionada con otras virtudes, como la humildad y la apacibilidad. De modo que los mansos son enseñables.

1 Tim. 6.11.- Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas,
y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

No tenemos pretextos para ser amables y mansos, ya que gracias a la salvación del Señor, por misericordia, y no por obras de justicia que nosotros hayamos hecho, es que tenemos la posibilidad de ser diferentes, de ser amables, estar dispuestos a aceptar a los demás como son y aun más, ceder nuestros derechos a favor de otros.
            Me encanta este versículo por su sencillez y profundidad:
St. 3.13.-  ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre
por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.

El tercer pétalo de ser afable,  es humilde.  Significa primariamente aquello que es bajo, y que no se levanta mucho de la tierra. Como por ejemplo, el pasto.

Hice un collage del concepto de varias definiciones que encontré: Es “la virtud moral por la que el hombre reconoce que de sí mismo solo tiene la nada y el pecado. No está en competencia”.

“Es reconocer nuestras debilidades, cualidades y capacidades, y aprovecharlas para el bien de los demás, sin decirlo.”

Actitud de la persona que no presume de sus logros, reconoce sus fracasos y debilidades y actúa sin orgullo”.
Rom. 12.16.- Unánimes entre vosotros; no altivos, 
sino asociándoos con los humildes. 
No seáis sabios en vuestra propia opinión.

Es un llamado a baja la guardia y aceptar consejo de los demás o simplemente respetar la opinión de las demás personas. No pensar que soy la mejor y tengo las mejores ideas y soluciones, que los demás no cuentan o no son tan valiosas sus opiniones como las mías. Me encanta esta hermosa promesa:
1 Pe. 5.5, 6.-  Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y
todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que 
él os exalte cuando fuere tiempo;

¿Cómo vamos hasta aquí? Yo “no veo lo duro, sino lo tupido”, como decimos en México, muchas actitudes por cambiar y pecados por confesar.

Ahora llegamos a la segunda característica del atavío interno de la mujer: Ser…

2.-APACIBLE. En el original es quietud, desistir de actividad o lenguaje:- reposadamente.

Prov. 14.30 a.- El corazón apacible es vida de la carne;
Prov. 20.22.- No digas: Yo me vengaré; Espera a Jehová, 
y él te salvará.
Sal. 46.10a.- Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;

Confiar en que Dios moverá las cosas y que en otras, debo confiar en la cabeza masculina que me dio para que tome buenas decisiones, y orar por él para que así sea.

Pero este concepto no solo tiene que ver con quietud de actividad, sino de lenguaje:

Prov. 15.4.- La lengua apacible es árbol de vida;
Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.
Ec. 3.1, 7. Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;

            Aquí habla específicamente de quedarnos calladas, no de cuidar lo que hablamos. Recordemos estos versículos:
Prov. 14.23.- En toda labor hay fruto;
Mas las vanas palabras de los labios empobrecen.
Prov. 10.19.- En las muchas palabras no falta pecado;
Mas el que refrena sus labios es prudente.

¿Cuántas veces me he arrepentido de haber abierto la boca? ¡Muchas por desgracia! Mira este llamado especial para nosotras, desistir de nuestro lenguaje, nunca pensé que apacible encerrara también este concepto. Dominio propio por desarrollar…
           
          La recompensa por tener un espíritu afable y apacible, es que: es de gran estima delante de Dios, algo extremadamente costoso, recibiremos muchos galardones por ello. Seremos mujeres realmente hermosas si desarrollamos este carácter afable y apacible, no con adornos exteriores y de apariencia, sino porque son internos, del corazón, como dice el versículo.

            ¡Qué diferente sería Jéssica con estas virtudes desarrolladas, si respondiera a este llamado de Dios para mí! Fui hecha para ser de bendición, no de tropiezo.

Rom. 12.17 b.- procurad lo bueno delante de todos los hombres.
1 Pe. 3.9.-  no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

Perdóname Señor por ser desobediente y tener actitudes que no te agradan. Por  tratos inadecuados, malas caras, por soberbia, por no esperar tus respuestas, por hablar cuando no debo. Vigoriza mi corazón para cultivar el espíritu afable y apacible que esperas de mí y no arruine el propósito para el cual que me creaste. Ayúdame a ser usada como un instrumento limpio en tus manos, en mi casa y con los de afuera. Amén.

Por Jéssica Jiménez de Beltrán.
 *Escrito para elviajedeunamujer.blogspot.com

7 comentarios:

  1. Gracias Jessica, no te conosco, nunca había leido algo tuyo, te dejo saber que a sido de mucho aprendizaje esta lectura. Ruego a Dios nos dé ese corazón afable y apacible, no solo para nuestros esposos sino también para nuestro diario caminar. Dios te bendiga amiga.❤

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    1. Bienvenid@ al blog, me gozo en saber que aprendiste algo nuevo. Gracias por leer y escribir tu experiencia. Nos seguimos leyendo, también puedes encontrarme en facebook con el nombre del blog. Saludos.

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