“Samuel
dijo: Habla Señor, que tu siervo oye.
Por el
contrario, la mayoría dice: Oye Señor, que tu siervo habla.” [1]
¿Cuántas
veces no hemos caído en la soberbia de creer que nuestros planes son mejores
que los de Dios?
Pues
para que nuestras oraciones lleguen al cielo, te comparto dos actitudes
correctas para orar:
ü
PEDIR CON FE.
¿Cómo es esto? Con convicción por
argumento, descansar mediante certeza interna. / Fiar, dar crédito.
St. 1.4, 5.-
Pero pida con fe, no dudando nada;
porque el que duda es semejante a la onda del mar,
que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
No piense, pues,
quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Mar. 11.24.- Les digo, ustedes pueden orar
por cualquier
cosa y si creen que lo han recibido, será suyo.
ü HUMILLADOS.
Decía Ambrose Bierce, que “Los camellos y los
cristianos reciben sus cargas más útiles
de rodillas.”[2]
El concepto de humillados es sumiso, quebrantado, derribado, doblar una
parte del cuerpo en señal de reverencia o sometimiento (frente o cabeza).
Dn. 10.12.- Entonces me dijo: “No tengas miedo, Daniel. Tu
petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar
entendimiento y humillarte ante tu Dios. En respuesta a ella estoy aquí. (NVI)
2 Cr. 33.12,
13.- Mas luego que fue
puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la
presencia del Dios de sus padres.
Y habiendo
orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén, a
su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios.
¿Conozco al Dios que tengo? Él es Sabio, Amoroso y Bueno. ¿Por qué no
confiar y orar con las actitudes correctas?
2 Sam 22.31 a .- »El camino de Dios es perfecto.
Todas las promesas del Señor
demuestran ser verdaderas. (NTV)
¡Bendiciones!
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