¿Por qué tan lejos?

Por Lupita Navarro.

En varias ocasiones, cuando la gente se entera de mi anhelo por ir a La India  a llevar el mensaje de salvación en Jesucristo,  me han hecho esta pregunta: ¿Por  qué ir tan lejos  si hay tanta necesidad en nuestra propia comunidad?

Hoy quisiera tratar de contestar esta pregunta  con todo lo que Dios me ha enseñado en los últimos dos meses, respecto  al mandato que Dios ha dado a la iglesia de hacer misiones transculturales.

Quiero empezar con esta  frase de John Piper, que en mi opinión, pone en la correcta perspectiva y prioridad este mandato: “Las Misiones existen porque la adoración todavía no existe”.  Déjenme explicarles lo que entiendo con esta frase. Las misiones deben de existir para que Dios sea conocido y entonces  reciba alabanza y adoración de todas las gentes de todos los confines de la tierra. Los hombres y las mujeres fuimos creados por Dios precisamente para la alabanza de Su gloria. 

Entonces, si hay lugares en este mundo donde todavía Él no es adorado, esta es la primordial razón por la cual debemos hacer misiones. Éstas terminarán algún día, pero la adoración del hombre hacía Dios será por toda la eternidad.

Ahora bien, es necesario tener un claro entendimiento de lo que conocemos como La Gran Comisión. Éstas fueron  las últimas palabras que Jesús dijo a sus discípulos antes de ascender  al  cielo.

Mateo 28:19: “Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en

 el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”

La palabra en griego que se usa para la palabra “naciones” en el Nuevo Testamento es: Panta ta ethne, cuyo significado en español es etnia. Una etnia es un  grupo de personas que comparten el mismo idioma, rasgos culturales, nexos históricos, tradiciones, vestimenta, tipo de alimentación  y  muchas veces, aunque no en todos los casos, comparten un mismo territorio.

Entonces, lo que Jesús nos mandó hacer en este último pasaje, es ir a todas las etnias y hacer discípulos en cada una de ellas. Sabemos que este mandato no sólo fue para los primeros apóstoles de Jesús, sino para toda la iglesia en todos los tiempos,  por lo que Jesús dijo en el siguiente versículo:

Mateo 28:19 “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”.

De acuerdo a lo que Dios expresa en su Palabra, Él anhela que por toda la eternidad  haya una multitud de personas de toda etnia adorándole delante de Su trono en el cielo.

Apocalipsis 7:9 “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones, y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en las manos, y clamaban a gran voz diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono y al Cordero. “

¡Este es el motor  y la base para hacer misiones transculturales!

Entonces, ¿Por qué ir a La India cuando hay tanto que hacer en mi propia comunidad?  La respuesta es simple: En mi comunidad ya hay iglesia de Dios establecida  que a su vez está ganando y  enseñando a otros acerca de Cristo.

Sin embargo, quiero compartirles algunos datos y estadísticas, que considero hablan por sí solas.

En La India:

• Hay más de un billón de habitantes, es el segundo país más poblado del mundo después de China.

• Existen 2,027 etnias no alcanzadas todavía por el evangelio.
• Existe el mayor número de etnias cuya religión principal es el Islam.
• Existen dos de las etnias más grandes del mundo pero menos alcanzadas por el Evangelio: los Sikh y los Brahmanes. Éste último tienen una población total de 57, 346,000 personas
• La tribu de los Gond habla 106 idiomas diferentes.
• Existen 604 etnias con más de 100, 000 habitantes en cada una de ellas.
• Existen 458,000 pueblos donde no hay un solo cristiano.

Ahora que conozco y entiendo con más profundidad esto que apasiona al corazón de Dios, le agradezco mucho que haya puesto en mí, desde hace tanto tiempo, el llamado por ir y alcanzar a estás etnias todavía no alcanzadas en La India.

¡Quiera Dios despertar en ti también el anhelo de  ir a los no alcanzados por su evangelio! En aquel día final descrito por el Apóstol Juan en Apocalipsis, será maravilloso alabarle junto a alguien quien hoy todavía no le conoce, pero a quien tú puedes alcanzar y con esto, hacer la diferencia para la eternidad.

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