El les dijo: Venid vosotros aparte a un
lugar desierto, y descansad un poco.
Porque eran muchos los que iban y venían,
de manera que ni aun tenían tiempo para
comer.
Mar.6.31.
Hace
unos días mi hijo no tuvo clases. Así que planee una mañana para ir a un parque
que vi hace poco y me gustó.
Compré
algo para comer y beber y nos fuimos él y yo solos, pues papá estaba
trabajando. Siempre habíamos ido los tres, así que reconozco que estaba un poco
nerviosa, pues tenía temor de que se fuera a caer de algún lugar (saliendo la
sobreprotectora que llevo dentro y estoy intentando mejorar).
Y empezó
la lección que Santi me dio para aprender a combatir las prisas y la hiperactividad.
Así que
llegamos y había como mil escalones para ingresar (a tener paciencia para bajar
despacio).
Luego, nos
encontramos el gran lago central con patos, a los que mi heredero quiso platicarles.
Posteriormente,
pasamos al área de juegos donde lo hice practicar y subir varios tipos de
escaleras para las resbaladillas. De ahí
a los columpios, para después tomar un “break”, pues se había ejercitado
bastante.
En mi interior,
pensaba: “Ya se cansó, ahorita nos vamos”. Había pasado una hora con veinte
minutos.
Después, le dije a Santi que era hora de retirarse. Para mi sorpresa, me
contestó que quería pasar ahí más tiempo y me preguntó: “¿tenemos algo que
hacer como para irnos mamá?”.
-Mmmmm….
¡¡No!! En realidad no, respondí
desconcertada.
Pues él
se fue a acostar en el área de juegos donde había sombra y la verdad fue una mañana donde a pesar del
sol, corría viento refrescante.
Y yo
miraba y meditaba sobre las acciones de mi hijo. Si no había nada extra
planeado, simplemente disfrutaba del paseo haciendo lo que él quería:
ü
Charlar
con los patos.
ü
Andar
lento.
ü
Brincar.
ü
Correr.
ü
Trepar.
ü
Acostarse.
ü
Sentarse
a jugar con tierra.
ü
Mirar
el paisaje.
ü
Caminar
mirando el piso, levantar palitos y observarlos detenidamente.
ü
Hacer
equilibrio por los bordes de la pista.
ü
Recoger
hojas secas para decorar la casa.
ü
¡Repetir
todo lo anterior!
…Lo
hacía taaannn tranquilo y con una quietud realmente envidiable.
En el
original del verbo descansar usado en
el versículo inicial, me gustaron los conceptos de ser exento, refrescarse,
reposar, cesar, hacer una pausa, ¡desistir!... o sea, que quería
hacer algo, pero debo decir: “No, ¡tengo que parar!”
En mi
cerebro está la idea de que debo estar haciendo algo todo el tiempo, incluso
¡estar pensando! Me es difícil estar “sin hacer nada”, es decir, descansar
física y mentalmente, desayunar, pues
nunca acaba lo que “tengo” qué hacer.
Desde
que estoy en casa, soy tan indisciplinada para desayunar…. Y bien dice la
segunda porción bíblica:
Porque eran muchos los que iban y venían,
de manera que ni aun tenían tiempo para
comer.
Te
compartiré lo que explica el diccionario de la RAE*, que me dio más ideas sobre
lo que implica el significado de descansar:
Ø
Cesar
en el trabajo, reparar las fuerzas con la quietud. (Resaltado mío).
Me encantó esta
frase de fortalecerme estando en serenidad, ¡no me lo había imaginado!
Ø
Tener
algún alivio en las preocupaciones.
Ø
Desahogarse,
tener alivio o consuelo comunicando a un amigo o a una persona de confianza los
males o penalidades.
Darme tiempo
para platicar con Dios en oración o con mis amigas ¡es descansar!
Ø
Reposar,
dormir.
Ø
Dicho
de una persona: Estar tranquila y sin cuidado en la confianza de los oficios o
el favor de alguien. (¡Esto es lo que necesito! Acordarme que debo estar al
cuidado de mí también).
Ø
Dicho
de una cosa: Estar asentada o apoyada sobre otra.
Aquí puedo
entenderlo, en otro sentido, como que debo confiar en que Dios está a cargo de
mis 24 horas, dejarle mis cargas, entender que no hay días más largos nomás
porque yo tenga muchas actividades, debo ser administrada y priorizar incluyéndome
yo en la lista.
Para finalizar te cuento que el paseo culminó cuatro horas después J . Ya te imaginarás que estaba sorprendida de haber pasado
tanto tiempo “desocupada” (bueno, viste que estuve tomando fotos :p).
Si eres
de las que van y vienen como yo, te darás cuenta que debemos hacer cambios, uno
muy sencillo que empezaré a hacer es sentarme 5 minutos cada hora intentando
descansar. Será difícil, implicará dominio propio, pero es necesario contener
mi actividad.
¿Te unes
al reto?
Te doy
gracias Señor porque me has mandado un pequeño gran maestro, mi hijo. No me
permitas contaminarlo con mi estrés. Bien dice tu Palabra que hay que ser como
niños para entender las cosas simples de la vida, pero no por sencillas, poco importantes.
Ayúdame a ser sabia y darme cuenta de lo que realmente es valioso en la vida. En nombre de Jesús,
amén.
*RAE.- Real Academia Española.
Muy lindo. A veces hay que meter esos ratos en la agenda, como si fueran una reunión importantísima, para poder tomarlos porque son de verdad necesarios. Gracias por compartir =)
ResponderBorrarAl contrario, gracias por tomarte el tiempo para comentar Gaby. Besos!
BorrarMe encanto!!! Nunca es un tiempo desperdiciado 4 o 5 horas con ellos, es tiempo de siembra en ellos, y lo recordaran toda su vida
ResponderBorrarAsí es Ericka, gracias por leer!
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