Mayo 15, 2016.
Hoy fuimos a comer para
festejar el Día de la Madre, y mi mamá le trajo a Santi un globo de helio para
que me lo regalara que decía: “Mami te amo, eres la mejor”.
Y empezó a jugar con él cuando
llegamos a la casa, y después baja y me dice: “Mamá estoy emocionado, porque
ese globo dice lo que siempre te digo yo”. Y luego empezó a llorar y me aclaró
que eran lágrimas de felicidad. Y en eso yo lo abracé y añadió que también
estaba muy feliz de haber tenido un buen abuelo, y que lo extrañaba mucho.
Cabe aclarar que como estamos a
unos días de su cumpleaños, trae muy presente al abuelo porque se encargaba de
regalarle un gran pastel y llenarlo de juguetes.
Entonces siguió llorando y me
pidió una foto del abuelo para tenerla en su cuarto porque quería tenerlo
siempre presente. Luego tomé una que tengo en la entrada y le dije que esa se
la llevara a su recámara.
Cuando subimos se la enseñó a
su papá, le platicó lo que pasó y lloró de nuevo. Entonces le recordó
versículos bíblicos sobre la vida eterna y que vamos a volver a ver al abuelo
en el cielo, que la muerte era ganancia para los creyentes en Cristo.
En la mañana escuché un mensaje
sobre Juan 14. Y le dije a mi esposo que le leyera ese pasaje.
No
se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre muchas moradas hay;
si
así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues,
a
preparar lugar para vosotros.
Y si me fuere y os preparare lugar, vendré
otra vez,
y
os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Y
sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas;
¿cómo,
pues, podemos saber el camino?
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida;
nadie
viene al Padre, sino por mí.
Si
me conocieseis, también a mi Padre conoceríais;
y
desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Juan
14.1-7.
Y nuestro pequeño de cinco años empezó a emocionarse con la
morada que el Señor está preparando para él. Al llegar al versículo 7 le
interrumpió y muy ilusionado y determinado dijo:
-¿Sabes qué papá? Voy ser Pastor como tú, pero voy a tener que
aprender muuuchooos versículos ¿verdad?
-Sí, pero tienes la ventaja que
tú desde niño conoces de Dios y ya sabes varios, con el tiempo y cuando ya
sepas leer, vas a ir aprendiendo más y de forma natural.
-Me voy a estar 100 meses en
México y luego me voy a ir a Estados Unidos a decirles que existe Dios a los de
ese idioma, luego voy a estudiar francés para irme a Francia -explicó
emocionado.
¿Por qué Francia? No lo sé.
Solo le comenté: ¿Sabes que tenemos unos amigos allá que trabajan en una iglesia?
Y contestó muy determinado: “No, pero entonces iré a ayudarles”.
Y para finalizar dijo: “Abrácenme
porque son muchas cosas las que voy a hacer…”
¿Qué puedo decir? Sabíamos que
nuestro Padre Celestial tendría cosas grandes en su propósito en la vida de
nuestro amado, desde su concepción, su nacimiento y a lo largo de su corta pero
intensa vida.
Pero sinceramente no pensé que
lo tuviera claro a esta edad. Entendió el plan de salvación a los tres años.
Nunca hemos dicho o insinuado nada sobre ser pastor, simplemente hemos enseñado
los atributos de Dios con dedicación y teniéndolo presente en cada momento de
nuestra cotidianidad.
Oramos para que no deje su
primer amor, que el Señor cumpla Su voluntad en él y le honre con su andar.
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.
Sal. 84.5.
Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.
Sal. 86.11.
El hace cosas grandes e incomprensibles,
Y maravillosas, sin número.
Job 9.10.