La mayoría de las mujeres soñamos con el día en que el
príncipe azul que anhelamos pregunte: “¿Quieres ser mi esposa?“
Y luego del “Sí”… ¿qué sigue, qué debemos planear y
convenir?
Muchas quieren
la boda de sus sueños, otras lo que quieren es ¡casarse! y no les
importan los detalles por las que las primeras sufren y pelean. Y las dos son
válidas, y si tienen los recursos para hacerla ¡adelante!
Obviamente que si estamos pensando en que me casaré
hasta que tenga dinero para todo, pues nunca nos casaríamos, pero sí he
conocido varias parejas que inician esta importante etapa con deudas hasta el
cuello por varios años a causa de hacer una fiesta y ceremonia fuera de su
alcance económico real. Esto es lo que quisiera tratar de prevenir. Y si de por
sí hay un periodo de adaptación entre los cónyuges, hay que tratar de que pase
lo mejor posible sin este tipo de contratiempos.
Los artículos que compartiré contigo, se tratarán de
una lista de detalles que puedes considerar según tu estilo y el del novio para
que todo salga de maravilla y no se te escape nada. No significa que vas a
hacer todo lo que te indicamos en ella, sino que de aquí elegirán lo que les
agrada.
¡Comenzamos!
Ø Determinar
el presupuesto de la boda y luna de miel, platicando aquí quién pagará y de qué forma (crédito, efectivo,
mensualidades, etc.)
Ø
En qué tipo de casa vivirán (departamento o casa;
comprado (a) o rentado (a) -estimando el enganche o depósito según elijan-) y
en qué lugar.
Ø
Comenzar a checar precios de muebles y artículos para
su futuro hogar.
Ø
En base a esto, definir un aproximado de cuántas
personas serán invitadas (pueden ir haciendo una lista).
Ø
Acordar la fecha y hora de la boda civil, de la
ceremonia religiosa y los días de la luna de miel. Hay que considerar, si trabajan, si hay compromisos
laborales relevantes, permisos y vacaciones).
Ø
Organizar la pedida de mano o fiesta de compromiso.
Ø Para
la boda civil:
o
Si desean que sea el mismo día que la ceremonia
religiosa o en uno distinto.
o
Conversar si prefieren que sea en la oficina
correspondiente o en un lugar especial (si es en este último, considerar la
decoración).
o
Investigar costos en los dos casos señalados.
o
Informarse sobre los documentos y análisis médicos
requeridos por la autoridad.
o
Acordar el régimen patrimonial por el cual se van a
casar.
o
Vestido, maquillaje, peinado y accesorios si es en
fecha distinta a la celebración eclesiástica.
o
Traje para el prometido.
o
Invitados para la ceremonia civil.
o
Checar si habrá un brindis, canapés o comida especial
después del casamiento y en dónde.
¿Cómo van, emocionados? Bueno, pues hasta aquí dejamos
por hoy.
Llegará el día que estarán en el altar, sus ojos se
encontrarán y frente a Dios harán el juramento de amor para siempre, ustedes
han tomado la decisión de a quién amarán. ¡No se aceptan devoluciones! J
¡Los espero en la siguiente entrega!
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