11 marzo 2014
Hace unas horas atrás estuvimos despidiéndonos del
cuerpo de mi querido Suegro. Fue increíble la cantidad de personas que
acompañaron a la familia.
Mi esposa tuvo la oportunidad de decir unas palabras hermosas al final de la misa, realmente conmovedor escuchar cómo se dirigió a su amado papi, me bendijo mucho escucharla y ver la fortaleza que el Señor le ha dado ante la partida de su padre.
Me conmueve leer lo que escribieron sus hijos y amigos.
Un día espero recibir por lo
menos la mitad de las hermosas palabras que el Profe recibió. Sé que no será
nada fácil ya que fue un hombre extraordinario.
Le agradezco al Señor por haberme permitido conocerlo y tener la bendición de que aprobara que me volviera parte de su familia. Dios sabe cuánto me cuesta su partida, estaba convencido que lo tendríamos a nuestro lado por muchos años más, sin embargo Dios lo llamó a su presencia.
En la última visita que tuve la oportunidad de estar a su lado le pregunté si ya había invitado al Señor Jesús a su corazón y me respondió con su cabecita que sí. Le pregunté si tenía miedo a la muerte y me contestó que ya no. Agregué que me alegraba porque si partía a la patria celestial, en el momento que cerrara sus ojos en la tierra los abriría en el cielo y vería cara a cara a su Salvador. Me tomó de la mano y la puso en su corazón, nunca olvidaré eso. Le dije que lo amaba mucho y me contestó que él también. No tienen idea cuanto me llena eso.
Solo me queda agradecer al Señor por darme el privilegio de haber tenido un Suegro como él, íntegro, honesto, leal, trabajador, entregado a los demás, para quien un "gracias" era suficiente.
No me cansaré de contarle cada vez que pueda a mi hijo la calidad de persona que fue su amado "Teto" como él le dice.
Finalmente, muchas gracias a todos lo que estuvieron orando, a los que nos acompañaron, por favor sigan intercediendo al Señor por todos nosotros para que nos siga brindando su paz y consuelo.
Termino con una frase que leí hace tiempo de un gran hombre de Dios: "Me dolió lo que hiciste, sin embargo, como lo permitiste Tú, está bien.”
Le agradezco al Señor por haberme permitido conocerlo y tener la bendición de que aprobara que me volviera parte de su familia. Dios sabe cuánto me cuesta su partida, estaba convencido que lo tendríamos a nuestro lado por muchos años más, sin embargo Dios lo llamó a su presencia.
En la última visita que tuve la oportunidad de estar a su lado le pregunté si ya había invitado al Señor Jesús a su corazón y me respondió con su cabecita que sí. Le pregunté si tenía miedo a la muerte y me contestó que ya no. Agregué que me alegraba porque si partía a la patria celestial, en el momento que cerrara sus ojos en la tierra los abriría en el cielo y vería cara a cara a su Salvador. Me tomó de la mano y la puso en su corazón, nunca olvidaré eso. Le dije que lo amaba mucho y me contestó que él también. No tienen idea cuanto me llena eso.
Solo me queda agradecer al Señor por darme el privilegio de haber tenido un Suegro como él, íntegro, honesto, leal, trabajador, entregado a los demás, para quien un "gracias" era suficiente.
No me cansaré de contarle cada vez que pueda a mi hijo la calidad de persona que fue su amado "Teto" como él le dice.
Finalmente, muchas gracias a todos lo que estuvieron orando, a los que nos acompañaron, por favor sigan intercediendo al Señor por todos nosotros para que nos siga brindando su paz y consuelo.
Termino con una frase que leí hace tiempo de un gran hombre de Dios: "Me dolió lo que hiciste, sin embargo, como lo permitiste Tú, está bien.”
Edgar W. Beltrán Téllez.
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