martes, 19 de febrero de 2013

Dios cumplirá Su propósito en mí



¡Qué tal mis estimadas lectoras! Muy feliz y bendecido 2013.
Con el motivo del inicio de año, mi querida amiga Edurne estuvo escribiendo sobre ser conscientes para cumplir del propósito por el cual Dios nos tiene con vida hasta hoy.
Y esto, es para todos, no importa cuántos años tengas.
El jueves pasado, acudimos a hacer análisis de sangre a mi pequeño Santiago, de 2 años con 7 meses de edad. Desde marzo del 2012, le detectaron una inmadurez en el riñón que se llama Acidosis Tubular Renal, y cada mes o dos hasta el momento, debe hacerse estos estudios para monitorear cómo va reaccionando al tratamiento. Deben sacarle 4 o 5 tubos de ensayo de sangre cada vez.
Al principio lloraba un poquito nomás. Pero al paso de los meses es  más difícil sacarle sangre, porque no le sale, y deben picarlo varias veces y de las manitas, de los brazos  es poco menos que imposible, no le encuentran vena.
Esta última ocasión, desde que llegamos al hospital empezó a llorar, y les gritaba a los doctores: “¡ya no, por favor, déjenme!”
A esto le aunamos que en septiembre tuvieron que operarlo de un “defecto” que tiene en su sistema urinario, parte de la inmadurez que les platiqué, y en marzo requerirá otra porque no se puede corregir de una sola vez.
… Medicamento que hay que administrarle por años (que al principio, le ocasionó por casi 2 meses, vómitos 4 veces a la semana por las noches, en lo que su cuerpo se acostumbró);  visitas con varios doctores, porque es un mal diverso,  nefrólogo, urólogo, otorrino, homeópata, neuroterapeuta…
Mi Santi se está cansando, se pone triste cuando le da una gripa, de saber que debe ir al doctor o tomar más medicina.
¿Sabes cómo me he sentido como mamá al tener que ver a mi hijo amado, a mi único, sufrir de esa manera? ¿Por qué otra cirugía? Él es un niño tan deseado, tan especial, obediente, entendido… Soy creyente, soy humana y soy mamá…
Al acercarse la cirugía duré un mes con insomnio y lloraba mucho, de pensar que debía entregarlo en manos de un doctor desconocido, en un hospital público y esperar a que salieran a darme noticias.  ¿cómo serían esas horas en la sala de espera?
Hasta que un día mi esposo me dijo que Dios tenía un propósito para Santiago, a pesar de su cortísima edad, un propósito para trabajar en su corazón que solo Dios sabe. Y no solo en él, en nosotros como papás también.
Esto me hizo reflexionar muchas cosas y abrazarme de las promesas de Dios que debo estar repasando cada vez que la angustia me ataca. Y es lo que quiero compartirte.
En primer lugar, Dios creó a Santi con ese “defecto”, entrecomillado, porque tiene un propósito.
Sal. 139.13-16.- Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas
.

Nada fue encubierto del cuerpo de mi hijo, no faltó ninguna cosa, Dios hace todo conforme a Su plan, Él lo hizo así.
Asimismo, agradezco al Señor que el “mal” de Santi se corrige con medicamento y cirugía. Aunque el tratamiento dura años, cede en algún momento, y no pone en peligro su vida.
El día de la primera cirugía pudimos conocer a Ángel, un niño de 7 años que tenía un tumor en la cabeza, iba por la segunda operación, porque le salió de nuevo una protuberancia. Perdió mucha sangre y no había muchas esperanzas.  Dio un vuelco la vida de esta familia en solo 7 meses. Su abuelo y su mamá estaban muy mal y pudimos orar con ellos. Cuánto hubiera dado esa madre por que su hijo tuviera lo que el mío ¿verdad?
Cuando vamos a los análisis y consultas vemos niños down, con parálisis cerebral, insuficiencia renal, otros que deben cargar tanques de oxígeno para poder respirar, con cáncer, quemados, en sillas de ruedas… Al estar ahí, pasando frente a mí, digo: “Gracias Señor por la enfermedad de mi hijo” y oro por el consuelo y propósito de Dios para esas familias.
Jn. 11.4.- Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Gál. 4.13, 14.- Como ya saben, cuando primero les prediqué el evangelio lo hice debido a una enfermedad que sufría. Y esa enfermedad fue una prueba para ustedes, que no me despreciaron ni me rechazaron a causa de ella, sino que, al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, ¡como si se tratara del mismo Cristo Jesús! (DHH)

Por esto, hemos tenido oportunidad de conocer a  mucha gente y compartirles del amor de  Dios.
Por su parte, otra cosa buena es que tenemos un seguro médico para poder atender su enfermedad en un hospital público de especialidades, donde lo han atendido con excelencia. Allí lo operaron, nos proveen el medicamento y la mayoría de las consultas que requiere regularmente.
Cuando supimos que se acercaba la cirugía, la cual nos anunciaron desde bebé, (pero no podía hacerse porque debía ganar peso) intentamos vender nuestro automóvil para poder hacer la cirugía en lo particular con un excelente especialista, pues es nuestro único hijo, y queríamos lo mejor para él.
Pues Dios permitió que nos hicieran un fraude con una supuesta compra y nos lo robaron. Eso nos llevó a buscar la atención pública.
Se supone que solo necesitaría una cirugía, pero al abrir, el urólogo dijo que estaba más difícil de lo que aparentaba y requerirá por lo menos una más. ¿De dónde hubiéramos sacado para pagar la segunda? Hay personas que ni siquiera tienen seguro médico público.
 Ahora entiendo que Dios tuvo otra vez un propósito, que confiáramos en que Él tenía un lugar mejor para la atención Santi, y nos quitó los medios para hacerlo conforme a lo que nosotros pensábamos era lo mejor.

Sal. 9.9, 10.- Jehová será refugio del pobre,
Refugio para el tiempo de angustia.
10 En ti confiarán los que conocen tu nombre,
Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron
.

Cuando me angustio, pienso en Dios el Padre, cuando tuvo que dar a Su Hijo, Su único, Su amado, especial, obediente, para morir en mi lugar por pagar mi pecado. Cuánto amor para haber dado a Su hijo inocente para que sufriera en mi lugar.
Jn 3.16.- Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. (TLA)
Rom. 5.8.- Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
            El propósito de Dios con la muerte de Su hijo: Salvar a los perdidos.
Cada día que pasa, cada hora, cada minuto que respiro, cada circunstancia que pasa en ese tiempo, tiene un propósito.
Estamos platicando mucho con nuestro hijo para hacerle entender que ir al doctor, sus medicinas, son para su bien, que papá y mamá lo aman y siempre estarán ahí para acompañarle y tratar de que sufra lo menos posible. Tiene 2 años 7 meses, cómo puedo explicarle… Pedimos al Señor consuelo, gozo y entendimiento para Santi, y sabiduría, confianza y paz en nuestros corazones como padres para poder sacar lo bueno de todo esto y transmitírselo, que él lo sienta. 
Aunque no entienda todavía, le estaré leyendo los siguientes pasajes, y cuando llegue el tiempo, le haré saber cuán grandes cosas ha hecho Dios en nuestras vidas con su llegada y con su padecimiento.
       Sal. 71.6-8.- En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.
7 Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.
8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.

Sal. 138.8.- Dios mío,
tú cumplirás en mí
todo lo que has pensado hacer.
Tu amor por mí no cambia,
pues tú mismo me hiciste.
¡No me abandones!
(TLA)
            Y abrazándonos de Dios, en comunión con Él para creer que tiene pensamientos de paz y no de mal para cada uno de nosotros, grande o pequeño. Santi todavía no sabe hablar bien y Dios lo ha usado para Su propósito e impactar grandemente nuestras vidas y de gente que nos rodea desde que fue concebido.
Rom. 8.28.- Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan. (TLA)
Job. 1.22.- En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Por Jéssica Jiménez de Beltrán.
Escrito para el Blog El Viaje de Una Mujer.



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