Lo que hay detrás de morderse las uñas

     




        ¿Sabías que comerse las uñas se llama onicofagia, y es algo más que una manía de tus hijos?
       Sí, morderse las uñas es un indicador de tensión, ansiedad, ira reprimida, sistema autoritario en casa o en la escuela, inseguridad, perfeccionismo o miedo al fracaso.
        Lo anterior, muestra su incapacidad de quedarse quietos porque esta actividad les trae alivio y descanso.
        Este hábito puede darse en niños y adultos. En los primeros es más fácil de revertir.
        Según los expertos es mejor combatirla en cuanto comience, ya que si es muy frecuente, puede llegar a provocar lesiones e inflamación en los dedos y en los órganos internos en caso de ingerir las uñas.

         Aunque pequeñas, las uñas tienen un propósito, nos permiten rascarnos, tocar un instrumento, manipular y recoger objetos, protegen los tejidos sensibles de los dedos.  

         Además cumplen una función de absorción de agua  y evitan que se reblandezcan los tejidos de la punta de los dedos de las manos y de los pies.

         A veces la gente da consejos para quitarles a los chicos esta costumbre, como ponerles guantes, castigos o amenazas, untarles picante, premiarlos al abstenerse, pero si se logra de estas formas, se substituirá con otra conducta, como tics nerviosos porque no se han tratado las causas de la onicofagia.
         Así que lo correcto es, llevarlos con su pedriatra y en su caso, un psicólogo, para que te ayude a investigar la causa específica de la conducta y poder eliminarla, ya que muestra inestabilidad emocional en los pequeños.

Fuentes:
¡Auxilio! ¿qué hago con mis hijos... o con mis alumnos? Tomo 4. Ediciones Euroméxico, 2005.