Sin duda es poco reconocido, criticado, pero muy valioso.
Invertir en el alma de nuestro hijo es invertir en cosas eternas, un trabajo que a lo mejor nunca veremos terminado en la tierra, pero no por eso hay que quitarle importancia.
Tengo a mis varones que gracias a Dios reconocen y agradecen mi trabajo, y aun así, a veces reniego de él y debo recordar el propósito de la decisión que tomé.
Espero que el videoblog de hoy te sea de bendición.
¡Comparte!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Anímate a comentar! Tu opinión es importante.