miércoles, 11 de marzo de 2015

El 4 de Marzo.... ¡Está vivo!


Marzo 5, 2014.

        ¡No quepo de alegría y gozo!

        Ayer fue un día histórico en mi vida, Dios mostró Su gran misericordia y por todos los corazones que Dios movió para clamar por el alma de mi papá.

        Les cuento que ayer me llamó un tío que es cardiólogo, al cual no habíamos localizado desde el domingo porque queríamos saber parámetros para poder autorizar la cirugía de mi papá antes de que fuera urgentísima.

        Resulta que me dijo que el médico que estaba operando a mi papá era el mejor cirujano que había en el Estado, que era muy decente y que no me preocupara. Me percaté del cuidado de Dios para mi papá, pues nosotros no sabíamos quién era y le fue asignado por el hospital (¡claro que fue asignado y guiado por mi Señor!).

         Quiero contarles que mi papá está en uno de los hospitales más caros que hay en la ciudad, gracias a su prestación de jubilación por haber sido docente. No se ha pagado nada.

         Llegué desde las siete de la mañana al hospital, pero ya no nos dejaron ver a papá antes de la cirugía.

         Lo hemodializaron a las nueve pasadas y a la 1pm lo ingresaron a quirófano. Estábamos mi mamá, mi tía Bertha (una de las hermanas de mi mamá) mis dos hermanos y los dos mejores amigos de mi papá: Juan y Toño.

         Cuando ingresaron, mi mamá me pidió que si orábamos en familia en la parte de abajo del hospital y así lo hicimos, yo dirigí la oración.

         Luego mi mamá y mi tía fueron a misa en el hospital.

         A las 2.30, iniciaría la cirugía y me inquieté un poco, pues sabía del riesgo de hemorragia por los anticoagulantes. Me puse a orar, como por una hora específicamente por las hemorragias y arterias, porque el inicio de la cirugía sería crucial. Ya que vi que pasaron casi dos horas, descansó mi corazón aunque estaba tranquila.

        Luego tuve oportunidad de compartirle a la chica encargada de seguridad de la terapia intensiva.

        A las cinco de la tarde llegó Edgar para ir a comer juntos rápido cerca del hospital.

       Al rato de que regresamos estuvimos bromeando con los amigos de mi papá, que son muy ocurrentes, recordando anécdotas de mi papi.

       A las 6 de la tarde, la chica de seguridad que les comenté, me llamó y me dijo que fue a quirófano, que vio a mi papá y que estaba bien y ya le habían solicitado la cama de regreso a terapia intensiva.

       Llamé a mi mamá y a mis hermanos que estaban abajo. Se respiró un clima de cierta tranquilidad, pues sabíamos que estaba vivo.

       A las 6.40 la misma muchacha me dijo “venga, venga y mire esta pantalla”, iba la camilla rodeada de doctores con mi papi ingresando a su cuarto de nuevo. Empezamos a emocionarnos.

       A las 6.45 salieron los doctores que estuvieron en quirófano, estábamos juntos la familia y los amigos de mi papá que no se despegaron toda la tarde. Nos informaron que al inicio ciertamente hubo una hemorragia, pero pudo controlarse. Que de las 3 arterias del corazón, remplazaron una bien, e intentaron implantar una que encontraron, que aunque estaba delgadita y pensaron que no “pegaría”, funcionó y tiene posibilidades de tener éxito.

       Dijo el médico que estuvo difícil, que pensó que no saldría, pues había muy escasas posibilidades, pero que el corazón de mi papá "es muy fuerte" (y más poderoso el que lo sostiene ¿verdad amigas?).

      Inmediatamente que se retiraron los doctores hicimos un círculo para dar gracias a Dios por la cirugía, Edgar oró. Todos estábamos contentísimos y nos abrazamos todos.

       La sala de espera de terapia estaba llena con otras personas y creo fue de testimonio.

       Mi mamá accedió ir a casa solo para bañarse y regresó, mientras yo me quedé con mi otro hermano porque nos iban a dejar ver a mi papá.

       Mi mamá me dijo: "Entran ustedes, me lo saludas por favor", y le respondí: Pero el Dr dijo que no le hablara...

       -“No importa, sé que le gustará que le hables”. Y mi tía (que es viuda hace un año) secundó: “Tu tío estuvo así y sí escucha, háblale”.

       Casi a las 8pm nos dieron 40 minutos, 15 yo, 15 mi hermano, 5 Edgar y 5 Alejandra, una mejor amiga de mi papá que llegó luego, llorando de la emoción de que mi papá salió bien.

      Me dio tanto gusto verlo, aunque sea dormido, le dije emocionada: “¿Viste papi? ¡¡Estás vivo!! ¡¡Dios es bueno y tuvo misericordia!!” Le platiqué todos los que estuvieron orando y llamando ese día, le dije algunos versículos sobre la paz de Dios y el Sal. 23.

      Imaginaba cómo será el día que lo vuelvan a despertar y nos veamos de nuevo…!!

      Casi a las 10.30 de la noche fuimos por mi hijo, pues ya tenía 5 días con los otros abuelos. Me abrazaba mucho y me decía: “¡mami te extrañé!

      Por fin regresamos a casa, ¡todos completos! Con un gozo maravilloso, oramos por los siguientes días de la recuperación  y agradecimos por el abuelo “Teto”. 

      Dormí muy bien, desperté y ví el reloj, 5.43 de la mañana: “Gracias Dios, ya pasó la noche, que seguro mi papá está con bien… J  Un día más abrazados de Tu gracia…”


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