La homosexualidad no es para siempre.

 Hoy les presento a nuestro colaborador Everardo Martínez Macías, 

quien es Psicoterapeuta desde 1992. A partir del año 2000 se dedica 

tratar problemas familiares, de adicciones y sexuales (desarrollo de heterosexualidad, homosexualidad, pornografía, masturbación, 

abuso sexual y violación).

Él es una autoridad en el tema, y me honra en presentarlo hoy. 

Cualquier duda puedes escribirle en los medios que ya conoces  

y él te responderá personalmente.

¡Bienvenido Everardo!

           Muchas veces nos preguntamos por qué alguien cristiano practica la homosexualidad, sabiendo que está mal.

           Bueno, lo primero es que el saber que algo está mal, no nos impide hacerlo.  Todos, absolutamente todos conocemos el bien y el mal y eso a ninguno nos impide pecar.  Tenemos una conciencia que nos redarguye, sin embargo no nos impide.  Somos libres para hacer lo malo y lo bueno…

           El siguiente punto es más complejo. La homosexualidad es algo que la persona descubre en sí mismo. 

           Aunado a esto, encontramos dos mentiras muy fuertes y populares:

  Ø Eres lo que sientes.  Esto significa que si sientes atracción por tu mismo sexo, entonces eres homosexual.

  Ø Esto es de nacimiento y no se quita.

           En lo primero, los sentimientos los tenemos, no nos dan identidad.

           Lo segundo también es falso, cada vez más y más encontramos testimonios de personas valientes que afirman haber no solo dejado de sentir atracción homosexual, sino que han desarrollado su heterosexualidad.

           Es posible dejar de ser homosexual. Desde hace 15 años hay organizaciones que  han estado trabajando con éxito, pero no ha habido la suficiente difusión al respecto.

          Pareciera que la única “libertad” de una persona  que siente atracción homosexual es elegir las siguientes opciones:

1.    Salir del clóset o

2.    Permanecer en el clóset.

          Nosotros ofrecemos una tercera opción.

          No estás obligado (a) a vivir con esa atracción homosexual.

Lo único que hay en el mercado es salir del clóset y aceptarlo.

          ¿Pero si no quiero salir del clóset? Estas personas se aceptan, pero no quieren vivir así por sus valores y por muchas más causas tan variadas como las personas, como los que quieren tener hijos biológicos con una esposa, no coincide con su proyecto de vida, no se sienten a gusto en el ambiente homosexual, les aterra adquirir enfermedades…

          Se ve la etapa de los 18 a 27 años de edad como  una etapa pujante y feliz, pero cuando se rebasa, ya no es tan atractivo practicar este estilo de vida.

          Nuestro trabajo va enfocado a las personas que no quieren esa atracción homosexual.

          Hay tres etapas para lograrlo:

  ü Ayudarle a sustituir la vida homosexual (su pareja, ir al antro) por otros satisfactores.

  ü Descubrir las cuestiones psicológicas que provocan la atracción homosexual, como por ejemplo:

a)     Distanciamiento con el padre del mismo sexo. 

b)    Identificación con el padre del sexo opuesto. 

c)     Dinámica familiar.

d)     No integración con los pares -misma edad y sexo-.

e)     Abuso sexual, violación o experiencia homosexual temprana.

           Una vez que se resuelven:

ü Hay un proceso de acompañamiento para desarrollar la heterosexualidad (masculinidad o feminidad).

           ¿Cuáles son las características que indican que una persona no está satisfecha con su condición homosexual?

La misma persona es la que dice yo tengo esta atracción y no la quiero tener y pide ayuda. Como la homosexualidad viene de condiciones psicológicas, es absolutamente reversible.

            En tiempo es alrededor de dos años y medio que toma este proceso.

            No quiero terminar sin recalcar que no hay evidencias de que la homosexualidad tenga causas biológicas ni genéticas.

            Sin embargo,  existe un gran porcentaje de situaciones psicológicas. Un dato interesante es que un 80% de los homosexuales provienen de estructuras familiares disfuncionales.

            Platicando con cualquier homosexual, podemos percatarnos fácilmente que no tuvo una relación sana  con el progenitor de su mismo sexo, es decir, una figura que le exprese amor y que se sepa y sienta ser amado por éste. Así que hay que cuidar nuestro entorno familiar y pedir ayuda si es necesario.

            Un pasaje crucial, entre muchos otros que hablan de homosexualidad en la Biblia, es 1 Corintios 6:9-11, donde queda claro que la homosexualidad es pecado (así como también lo es la mentira, envidia, codicia, etc.).

No se dejen engañar. Ustedes bien saben que los que hacen lo malo no participarán en el reino de Dios. Me refiero a los que tienen relaciones sexuales prohibidas, a los que adoran a los ídolos, a los que son infieles en el matrimonio, a los afeminados, a los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, a los ladrones, a los que siempre quieren más de lo que tienen, a los borrachos, a los que hablan mal de los demás, y a los tramposos. Ninguno de ellos participará del reino de Dios.

11 Y algunos de ustedes eran así. Pero Dios les perdonó esos pecados, los limpió y los hizo parte de su pueblo. Todo esto fue posible por el poder del Señor Jesucristo y del Espíritu de nuestro Dios.

1Co. 6.9-11 (TLA)

            Pero lo que para mí es más impactante y que regularmente se pasa de largo, es el inicio del versículo 11:“…Y algunos de ustedes eran así”. Esta parte deja claro que la atracción y la conducta homosexual ¡son totalmente reversibles!

           Así que comparte esta información y colabora para que cada vez más personas puedan ser libres y disfruten de su sexualidad como Dios manifiesta en Su Palabra.

Contacto con el Lic. Everardo Martínez Macías.