¡Qué
tal amigas!
Continuando
con el estudio de las características para tener una lengua agradable a los
ojos y oídos de Dios, hoy pasaremos a la palabra que sea buena y agradecida.
A
lo mejor te preguntarás el por qué de esta foto, pero cuando degustamos una
rica comida, nos queda un gratísimo sabor de boca. Así debe quedar a nuestros
oyentes cuando escuchen nuestras ideas.
La palabra buena es recta, honrosa e inclinada a hacer el bien,
como dice en el versículo Ef. 4.29. que ya analizamos un poco la semana pasada
(con la lengua limpia).
“Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra
boca, sino
la
que sea buena para la necesaria
edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. “
¿Cuál
es el objetivo de la palabra limpia y buena?
Además
de hablar palabras que sean de olor fragante, no podridas, Según este pasaje,
podría traducirse como algo indispensable para construir la virtud del temor a
Dios, honrar y adorar, que es lo que implica la edificación para dar gracia a
quien me escucha, es decir, transmitir aprobación, mérito, regocijo, gratitud…
Es también un llamado a administrar mis
palabras, ya que recalca “la que sea necesaria”
Y llegamos ahora a la meta: “a fin de dar
gracia a los oyentes”. Está muy interesante este concepto en el original,
“gracia” es estar alegre, felíz, calmadamente, gozoso, que transmita la
influencia divina sobre mi corazón, congraciarse… Qué hermoso que yo tuviera
ese vocabulario, cómo será diferente mi vida, mi corazón y mi relación con los
demás. Que cada que hablara, la gente dijera: Jéssica habla como si tuviera a
Dios…
Continúa
el vs. 30 y 31 que dice: Y no contristéis
al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
Podemos
contristar al Espíritu Santo por la
forma en que hablamos. Contristar significa causar heridas o angustia. Pablo
nos amonesta en contra del lenguaje sin sentido, uso inapropiado del lenguaje,
amargura, palabras torpes que son actitudes
contra otros. Cómo le hablas a tu esposo, a tus hijos, a tus vecinas,
qué dices cuando te enojas.
Col.
4. 6- Sea vuestra palabra siempre con gracia,
sazonada con sal, para
que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
La
sal se usaba como condimento en la comida (Job 6.6) Por ser preservativa, evita que algo se eche a perder. La sabiduría
es la sal del carácter y la sazón en el lenguaje del creyente (Mar. 9.50).
Mi
forma de hablar tiene que ver con cultivar las relaciones piadosas, conforme a
lo que Dios quiere, porque de lo contrario perderemos la confianza y el interés de nuestros seres queridos para
comunicarse con nosotros.
La
siguiente característica es la palabra
agradecida,
Ef. 5:3, 4.- Pero
fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras
deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien
acciones de gracias.
1Tes. 5:18.-
Dad
gracias en todo, porque esta es la
voluntad de Dios
para con vosotros en Cristo Jesús.
La
gratitud debe estar siempre en nuestros labios, todo lo que nos pasa bueno o
malo es dentro de la soberanía del control de Dios, porque Su voluntad es
agradable y perfecta. Dar gracias por lo que tengo, por cómo soy.
Esto
significa no quejarse. Recordemos
que los israelitas que sacó Dios de la esclavitud de Egipto no pudieron entrar
a la tierra prometida por causa de su lengua quejumbrosa (Nm. 14:26-30).
Heb.
13.5.- Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis
ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
1 Tim. 6:6-8.-6Pero gran ganancia es la piedad
acompañada de contentamiento; 7 porque nada hemos traído a este mundo,
y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo sustento y abrigo,
estemos contentos con esto.
La
lengua se disciplina ante las
aparentes injusticias de la vida, no
es fácil mantenerse contento y agradecido con todo lo que me pasa.
Muchas
mujeres se quejan de que sus maridos no las escuchan, no valoran su trabajo en
la casa, esto es porque muchas veces uno de los miembros de la pareja está
cansado de escuchar constantemente las quejas del otro, porque al principio
escuchaba y trataba de arreglarlas pacientemente, pero la queja no cesó y optó
por escuchar y platicar mejor a otras personas que dicen cosas más agradables.
Prov. 25.24.- Mejor es estar en un rincón del terrado, Que con
mujer rencillosa en casa espaciosa.
Dependiendo
de tu corazón es como ves las circunstancias, cuenta la fábula que un buitre y un colibrí volaban juntos en el mismo
desierto, el buitre encontró un cuerpo muerto y el segundo una hermosa flor,
sabes por qué, porque cada uno encontró lo que su corazón estaba buscando.
¿Qué
significa eso? En lugar de ver una cara fea, valore su sonrisa. En vez de
quejarme porque el sermón está muy
largo, agradecer a Dios por su Palabra, que no soy sorda, porque si lo
estuviera no podría disfrutar más de una predicación, aunque esto pueda parecer
extremista, pero es real.
La
gratitud no eliminará las cosas feas, pero nos ayudará a vivirlas de otra
manera.
Que
Dios nos ayude a ser virtuosas en nuestro hablar.
Las
espero la próxima semana con lengua sabia.
Por Jéssica Jiménez de Beltrán.
Escrito para el Blog El Viaje de Una Mujer.
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